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Los 3 CEREBROS del VOTANTE

Por: Leonardo A. Delgado Azaña. - NeuroCoach
http://psiconegociosconsultores.blogspot.pe/



Si digo Moscú, inmediatamente vienen a mi cabeza unos cuantos recuerdos…



La espectacular Plaza Roja.



La Torre de la Televisión (y ver la ciudad desde arriba, salpicada de espacios verdes).
La nave espacial en la que viajó Yuri Gagarin (¿cómo pudo volar encerrado en algo tan pequeño?).
El paisaje de cúpulas doradas visto desde mi habitación del 10º piso del hotel.
Navegar por el Río Moscova, atravesando la ciudad justo el último día antes que las aguas comenzaran a congelarse.



El idioma incomprensible, y el oasis de cada lugar donde me respondían en inglés.
Las fabulosas obras de arte que son las estaciones del Metro.
El tren super rápido devorando kilómetros en el viaje nocturno rumbo a Ucrania.
Las matrioskas (no podía volver de Moscú sin auténticas matrioskas varias).



Matrioskas, ese es el punto.



La matrioska es una tradicional artesanía rusa. Una muñeca de vivos colores y hueca por dentro.
En su interior otra muñeca rusa similar pero más pequeña.
En el interior de la más pequeña otra más pequeña aún.
Y otra, y otra. Todas huecas y con otra muñeca más chica adentro. Algunas incluyen 3 muñecas, otras más hasta el número que se desee. Pocas pasan de 20, aunque en algunos casos pueden resultar más de 50 muñequitas una adentro de la otra.



Pueden llegar a ser muy originales, más allá de las tradicionales de siempre.
Por ejemplo: una matrioska tiene la imagen de Vladimir Putin. Adentro la de Boris Yeltsin. Adentro de ésta la de Gorbachov. En su interior la de Brezhnev, luego la de Krushchov, después Stalin, Lenin y finalmente los propios zares. Interesante, ¿verdad?



La matrioska es una buena imagen para representar el cerebro humano.
Porque aunque a todos nos parece que tenemos 1 cerebro, en realidad tenemos 3. Uno adentro del otro.



El primer cerebro es el más conocido, por decirlo de algún modo.
Es la estructura más propiamente humana, basada fundamentalmente en la corteza cerebral.
La zona más evolucionada, la de aparición más tardía.


Base de la inteligencia, la imaginación, la creatividad y la vida psicológica más sutil.



Pero dentro de esa estructura hay otra. ¡Sorpresa!
Otra estructura cerebral con su propia lógica de funcionamiento, basada en el cerebro medio.
Una zona más antigua, con características similares a las de los mamíferos.
Base de las emociones, los sentimientos, los impulsos y toda una vida psicológica bastante conflictiva.



Pero además hay una estructura más. ¡Otra!
Con otra lógica de funcionamiento diferente a las 2 anteriores, basada en el tronco cerebral.
Una zona completamente primitiva, con ciertas características similares a las de los…¡reptiles!
Base de las jerarquías, la violencia, el dominio territorial, los rituales y toda una oscura vida psicológica.



Por si no bastara con 1 cerebro…
3 cerebros. Tres. Three. Trinidad. Triple.
Cerebro humano, dentro del cual un cerebro de mamífero en el que a su vez reside un cerebro de reptil.


Los 3 operando a la vez.
A veces juntos…y muchas otras veces desafinando entre sí.



Muchas veces hay campañas electorales que trabajan como si dentro del votante no hubiera ningún cerebro.



Cero. Vacío. Nada.
Eso parecen pensar algunos candidatos.



Otras campañas trabajan como si el votante tuviera un solo cerebro.
El cerebro típicamente humano. Evolutivamente humano.
Y allá mandan sus mensajes racionales, lógicos, argumentativos…



Pero aún estas campañas se están olvidando de los otros 2 cerebros agazapados en el votante.
El cerebro de mamífero.
Y el cerebro de reptil.

Nueve apuntes sobre MARKETING POLÍTICO y REDES SOCIALES

Por: Leonardo A. Delgado Azaña. - NeuroCoach
http://psiconegociosconsultores.blogspot.pe/

 

Estos 9 apuntes permiten comprender mejor la relación entre candidatos, marketing político, votantes y redes sociales:


  1. Es indispensable que una campaña política trabaje las redes sociales, de lo contrario se estaría amputando un elemento central de la vida cotidiana de las personas. Ya es impensable dejar fuera de la estrategia de marketing político el tema redes sociales.
  2. Trabajar las redes sociales no implica dejar de lado otros aspectos de la campaña (la web, el mail, la campaña territorial, la televisión, la radio, la vía pública, los impresos…). No se trata de sustituir sino de integrar. No se trata de optar sino de complementar.
  3. Solo con las redes sociales no se ganan elecciones. Tampoco se ganan solo con la campaña territorial ni solo con la televisión ni solo con el marketing político ni solo con nada. Entonces las redes sociales influyen pero no ganan por sí solas. Son necesarias pero no suficientes.
  4. Tanto las redes sociales como los medios convencionales son mediadores entre el sistema político y los ciudadanos, ocupan un papel de filtrado y modificación de los mensajes antes de que los mismos ingresen al cerebro.
  5. Los mensajes recibidos a través de las redes sociales son diferentes a los recibidos a través de los medios convencionales porque son más fragmentarios, más plurales, más contradictorios, más breves, más discontínuos, más fugaces, más personalizados y más emocionales.
  6. Para diseñar una estrategia de marketing político en redes sociales hay que determinar bien los públicos a los que se dirige la comunicación, entender cómo viven y cómo se comunican esas personas, saber qué problemas principales tienen, elaborar un mensaje apropiado para ellos y desarrollar estrategias de comunicación diferenciales en función de cada una de las redes sociales.
  7. Desde una perspectiva general, podría decirse que las redes sociales son muy buenas para movilizar al electorado duro, generando motivación, brindando líneas argumentales, despertando emociones y organizando.
  8. Es necesario tener en cuenta los perfiles diferenciales de los públicos que encontramos en las distintas redes sociales. Por ejemplo: el público de Twitter suele estar más involucrado en política, ser más activo y además influyente. En Twitter llegamos muy bien a los líderes de opinión de cada sociedad. En cambio en Facebook accedemos a un público más amplio, más grande pero en general menos masivamente interesado en política. Y en Google+ tenemos un público muy especial que, además del usuario común, es el propio Google (y cuantas más personas nos agregan a sus círculos más arriba podemos estar en las búsquedas en internet).
  9. La clave de los mensajes estará siempre en lo emocional porque esa es la base fundamental de la toma de decisiones. También hay que proporcionar elementos racionales para la ‘justificación’ racional de las decisiones.